Signos de Ti

Cuántas albas arañaste en tus horas eternas de maquillaje indisoluble?
No sé, pero yo te adoro como mi mujer cavernícola con tus greñas de fantasía
De farmacia a oscuras, como mi mujer
Mi virgen que usa entre sus pechos desnudos, una medallita con mi nombre
Adoro a mi mozuela con sus ojos dormidos
Y ojos despiertos que no acaban de soñar
Esa niña que tiene las manos nada despreciables
Mi menina a la que siempre le reservo un espacio sideral en mi corazón.
Adoro a mi mujer de celos apacibles. De sexo insoportable
Te llevo entre mis disculpas postergadas,
Cuando recuerdo tus piernas de escritura indecisa
Y no puedo olvidar tus entrepiernas De un conjunto enérgico
Conjuguemos el amor que se guarda en los frascos De la trastienda de la soledad
Quien sabe encontremos el juego perfecto: Yo, un sastre taciturno
Y tú, con tus senos acabaditos de planchar
Adoro… Tu cuerpo de alga en pleno movimiento
De hoja amarilla en el fondo del agua transparente.
Tus manos de escalera invisible,
De tenazas a punto de cortarme
No es fácil escribirte algo, si aún aturdes mi mirada
Con tu cuerpo de gota a punto de caer
Tus manos de palmera en otoño
Si me sigues distrayendo, tal vez no tenga más contento
Que escribir poesía a través de tus cementerios de amor
Y tus viejos corazones que ya no usas.
¡Suelta el maquillaje, suelta mis manos, deja mi poesía
Y transcurre como delicia ante mis ojos!

Patricio Córdova Cotrina
(ex- San Juan/Poesía Joven I Fase)