PENURIAS INDISCRETAS
Trágicos recuerdos me enmudecen
Al visualizar en mis cortos descansos
La noche aquella en que mi mundo interno se paralizo.
Tan solo observaba las penurias grises
En medio de cuerpos desterrados
Y andantes perpetuos de noches frías
Marginados por las manos de la vida
Y engendrados en la cuna de la muerte.
Muerte criticada con comentarios aviesos
En dimensión internacional con banco de datos
Perdidos en las redes con virus extremos
En donde se plasmaron soluciones pasajeras
En el bolsillo cosido con hilos dorados
Y sacos de piel malgastadas.
Mas del hecho de la mísera vida,
Ni punto negro en el espacio.
Más ellos engendrados en el seno de la noche
Sollozan solos en rincones ocultos de las calles malditas
De este inmenso desierto cumbre de las perdición
En la que almas pequeñas buscan el calor perdido
Entre pistas teñidas de llanto sangriento
De balcones y escaleras antiquísimas
Que se derrumban con sus tristezas de agonía.
El remordimiento me consume con rareza ardiente
Por no haber revivido en aquella caminata
Al fruto bendito de las eternas noches.
Más quedan plasmados sus ojitos con tierna mirada
En noches crueles de lamentos piadosos
Que se incrustan en mis recuerdos
Como caderas de infierno que me atormentan fielmente.
Mas no había alternativa en aquel corto segundo cruel
En el que la cinta quebrada avanzaba sin cesar
Por las venas ardientes de mi alma cautivada
Acongojada en llanto eterno
Que lentamente se perdía en el camino abstracto del silencio
Entre valles primorosos de aquella noche de inverno.
Con crítica despiadada me juzgo,
Mas mi yo interno se pregunta si es verdad el crimen efectuado
Indudablemente culpable respondo
Esperando que mi dolor se agote entre mechas de fuego dulce
Para purificar completamente
Aquellos recuerdos de penurias indiscretas

Yasmín González Izquierdo
5º año de secundaria
Hermanos Blanco